El Monasterio de Rila sobresale como el más visitado de Bulgaria tanto por peregrinos como por turistas. Al conjunto monástico se le denomina en ocasiones «el Tesoro de Bulgaria», por su valor artístico, cultural, religioso e histórico. No en vano es el mayor monasterio ortodoxo de Bulgaria y de los Balcanes, y es sobresaliente tanto por su arquitectura como por su relevancia religiosa, histórica y cultural. Unesco reconoció en 1983 el monasterio de Rila como parte del Patrimonio de la Humanidad.
En inverno sus colores rompen la monotonía de la nieve, y en primavera y verano parece florecer en el marco natural de las faldas de la la montaña Rila, en el lugar donde se unen los ríos Drushlyavitsa y Rilska.
El interior del monasterio es una exaltación a la belleza. Arcos y columnas de color negro, rojo y blanco engalanan los pisos en los que se hallan las celdas de los monjes, mientras las brillantes cúpulas amarillas se elevan sobre los frescos apocalípticos de la iglesia de la Natividad.
Historia del monasterio
El monasterio de Rila (en búlgaro: Рилски Манастир, Rilski Manastir) data del siglo X. Su fundación se atribuye a Iván Rilski, un ermitaño canonizado como San Juan de Rila por la Iglesia ortodoxa, pero promovida y auspiciada durante el reinado de Pedro I (927-968).
¿Quién fue San Juan de Rila?
Como con todo mártir o santo, es la hagiografía la que a menudo reproduce la vida de los personajes religiosos. El conocido como Juán (Ioan) de Rila fue un ermitaño nacido en el año 876, que llegó a la zona para llevar una vida de oración y devoción. Se ordenó como monje en el monasterio de St. Dimitry, cerca de Skrino.
Se cuenta que vivía en el hueco de un árbol tallado en forma de ataúd. La fama de santo, obrando «milagros», atrajo la atención de otras personas que buscaban su formación, compartiendo una vida austera. Fueron esos discípulos los que construyeron el primigenio complejo monacal.
A la muerte de Iván en el año 946, fue canonizado como San Juan de Rila, y su tumba honrada por peregrinos, lo que derivo en la creación de un monasterio de mayor tamaño ya en la Edad Media.
Con el devenir de los siglos, el poder real se hizo partícipe de la difusión del monasterio de Rila, promoviendo el papel religioso y cultural de la Bulgaria medieval. Los reyes Ivan Asen II (1218-1241) y su sucesor Kaloman (1241-1245) confirmaron las propiedades y los derechos del monasterio, honrándolo como lugar santo y lugar de culto. Prácticamente todos los zares durante el Segundo Imperio Búlgaro hasta la conquista otomana hicieron donaciones a Rila, convirtiendo al monasterio a ser un gran centro cultural y espiritual que alcanzó su apogeo entre los siglos XII y XIV.
Durante 1334 – 1335, Hrelyu, el protosebast (gobernante feudal) de Strumitsa Khrellyo, donante del monasterio de Hilendar, construyó una torre de defensa Hrelja, celdas monásticas, el trono del obispo, las puertas con bellos grabados y un templo (1343), que estaban en el lugar del actual, construido en 1834.
Periodo Otomano.
En los siglos de dominación otomana (s. XV – s. XIX), Rila fue uno de los pocos lugares a los que se le permitió cierta autonomía religiosa, siendo prolífico el trabajo de los monjes en el campo teológico y cultural. De hecho, la escuela literaria de Veliko Tarnovo se trasladó al monasterio después de ser incendiado. De este modo, depósito de libros de Rila se renovó y enriqueció con nuevos manuscritos. A finales del XVII se creó un taller de encuadernación.
Parte de preservación de Rila se debió a la alianza con monasterios como el de Sveta Gora, o el monasterio ruso San Pantaleimon, con el que selló una alianza en 1466 para dar asistencia mutua y refugio en caso de peligro.
En el año 1469, gracias a las gestiones de la sultana Mara Branković -una de las consortes del sultán Murad II e hija del monarca serbio-, cuando la ciudad de Tarnovo fue conquistada por los turcos , las reliquias de San Juan fueron trasladadas al monasterio de Rila. Las donaciones de la sultana, de la Iglesia Ortodoxa Rusa y el monasterio de Rossikon del monte Athos permitieron la reconstrucción del monasterio, realizada por tres hermanos de la región de Dupnica. Aún así en el siglo XIV sufrió constantes ataques por parte de los otomanos y en el siglo XV fue seriamente dañado.
Durante el Renacimiento búlgaro (s. XVIII-s. XIX) los monasterios búlgaros ejercieron como germen del sentimiento nacional búlgaro. Por un lado se ansiaba la independencia política de los turcos, y por otro la confrontación religiosa hizo de Rila fuese el centro de formación de maestros y clérigos para todo el país.
Rila, simbolo y monumentos nacional.
En 1833 el monasterio volvió a sufrir un grave incendio, y entre 1834 y 1862 se acometió la reconstrucción que vemos actualmente, gracias a donaciones de potentados búlgaros. A la torre de defensa se le incorporó un campanario, y de los años posteriores son obra los frescos que hoy se admiran.
En la segunda mitad del siglo XIX, el monasterio permitió ocultarse a los revolucionarios que luchaban por la independencia búlgara, entre ellos Vasil Levski, líder destacado cuya visión de país trascendía el origen étnico o la religión profesada. También en ese siglo, del monasterio salieron muchos monjes que ya formados se dedicaron a la construcción de monasterios por todo el país.
Tras décadas bajo la órbita de la Unión Soviética en los que el monasterio fue museo nacional, la llegada de la democracia significó un aumento de los creyentes, que abrazaron la fe quizá atraídos por la prohibición del gobierno. En 1991 se restablecieron las actividades monásticas en el interior del monasterio de Rila, y aunque ya no lo habitan los 300 monjes que tuvo en sus mejores tiempos, hoy la vida la aportan los viajeros, peregrinos y turistas.
Qué ver en el Monasterio de Rila
El monasterio de Rila tiene una apariencia de iglesia fortificada, con anchos muros y una forma pentagonal pensada para defender el recinto de los continuos ataques que sufrió.
Los espacios y edificios que componen el complejo del monasterio de Rila con 8.800 metros cuadrados son: la iglesia de la Natividad, la Torre Hrelyova, los museos del monasterio en la que se halla la cruz del padre Rafael, y la panadería del monasterio.
Claustro
El claustro o patio es la primera visión al entrar en el monasterio de Rila, tanto si accedemos por la puerta principal, la de Dupnitsa o la de Samokov en la parte opuesta.
Es un espacio común a otros monasterios ortodoxos que siguen este patrón de iglesia fortificada. Hacia el claustro se abren las celdas de los monjes, con tres niveles de balaustradas de madera, dos de ellos con un pórtico de arcos decorados, y el último piso completamente de madera.
Según accedemos al recinto por la puerta Dupnitsa tenemos a la derecha el servicio postal del monasterio y detrás de la iglesia el Museo. En el centro del recinto con forma pentagonal encontramos la iglesia de la natividad, y junto a ella la torre Hrelyova.
Iglesia de la Natividad
La iglesia de la Natividad del monasterio de Rila fue reconstruida en el siglo XIX pero no por ello está carente de majestuosidad y belleza. El cuerpo se compone de ladrillos de rayas rojas, blancas y negras, mientras que los frescos cubren parte de la fachada y los laterales.
Resulta imposible detener la mirada en un punto concreto del exterior de la iglesia. Y es que un cuerpo de frescos decora las paredes y techos. En ellos se reproducen escenas bíblicas muy variadas del credo cristiano, especialmente de carácter dogmático y amenazante. Parte de ellos están firmados por el maestro Zahory Zograf y por Obrazopisov, Valyov entre otros pintores del XIX.
El techo de la iglesia está decorado con 5 cúpulas que nos anticipan las respectivas bóvedas de cruz que veremos en su interior. Los laterales de la fachada conforman un pórtico que cubre y rodea la iglesia, permitiendo proteger los frescos y obligándonos a estirar el cuello para deslumbrarnos con las escenas.
El interior está compuesto por una nave central y dos capillas. Justo en el centro de la iglesia se halla el horos, un candelabro circular profusamente decorado con imágenes de santos y apóstoles.
Como en todas las iglesias y templos ortodoxos, es el iconostasio el que preside el altar equivalente de las iglesias católicas. Su gran tamaño y decoración de iconos invita a quedarse frente a él mientras los fieles acuden a besar las reliquias y orar. Una de esas reliquias – cubierta de un cristal- es la de los restos de San Juan de Rila -su mano concretamente-, la que atrae y capta más atención.
La torre Hrelyova
Una torre campanario se yergue a la izquierda de la iglesia. Se trata de la torre Hrelyova, uno de los elementos más antiguos del monasterio construido en esta ubicación -recordemos que hubo otro anterior- en 1334. El nombre lo hereda del señor feudal que patrocinó su reconstrucción. En su interior se resguardaban los monjes en caso de ataque, pudiendo obtener una vista más amplia del entorno.
La torre de 23 metros solo es visitable los meses de verano, junio a septiembre y tiene un coste su acceso. En los bajos hay una pequeña tienda con souvenirs religiosos: imanes, postales e iconos; mientras que el interior hay una capilla dedicada a la Transfiguración de Cristo en el quinto piso.
Museos del monasterio
A través de los museos del monasterio de Rila conocerás su milenaria historia, su rica actividad litúrgica y literaria, así como la estructura económica del monasterio en los siglos XVIII – XIX.
Hay tres museos en el complejo del monasterio: el Museo de historia, el de los iconos y el menos conocido de las cocinas. En el primero destaca «la cruz de Rafael”, en la que hay talladas un total de 36 escenas bíblicas y 600 figuras humanas diminutas. Se trata de un precioso ejercicio de talla que data de 1803, reproduciendo 36 escenas bíblicas y 600 figuras humanas diminutas. En este museo que dispone algunas salas en el sótano, también puedes ver vestigios del monasterio del siglo XIV.
El museo de los iconos permite conocer en detalle la imaginería de la Iglesia ortodoxa. Y finalmente, el Museo de las Cocinas exhibe utensilios que utilizaban antiguamente en la cocina del monasterio.
Las entradas se venden en la entrada de cada una de las exposiciones. Con un boleto combinado que permite acceder a todas las exhibiciones.
Alrededores del monasterio
A los viajeros con prisa suele pasar desapercibida la cueva en la que se cuenta que Ivan Rilski vivió como ermitaño. Se encuentra a unos 4 km siguiendo la misma carretera del monasterio de Rila.
Junto a ella hay una iglesia conmemorativa del siglo XIV. Se desconoce el año de su construcción, pero se menciona fechas dispares como el 1385, 1742 y 1746. En 1820 se reformó
Los frescos que contiene, parcialmente conservados, son similares en estilo a los de la Capilla de San Juan el Teólogo en el ala este del monasterio. Eran obra de artistas de Samokov, discípulos de Christo Dimitrov.
Otras iglesias muy cercanas son la Ermita «San Apóstol y Evangelista Lucas», la Ermita «Intercesión de la Theotokos», la de San Teodosio y el Convento de “Orlitsa” -a 18 km- que servía para alojar a los peregrinos que acudían a Rila.
Del mismo modo se pueden llevar a cabo excursiones de trekking por senderos hasta los Siete Lagos del monte Rila.
Excursiones y tours al monasterio
Hay numerosas excursiones organizadas para visitar el monasterio de Rila, casi todas desde Sofía:
Dormir en el monasterio de Rila
Además de la visita al monasterio de Rila, podemos disfrutar de su belleza de noche durmiendo en una de las antiguas celdas de monjes habilitadas como alojamiento para dormir.
Son estancias básicas y la premisa para dormir es estar casado. No suelen pedir constancia ni acreditación de ello, pero viene bien saberlo por si preguntan. Por otro lado, para reserva habitación, debemos llamar al teléfono +359 896 872 010 o hacerlo allí directamente.
Disfrutar al anochecer del monasterio iluminado o despertar y acudir a la misa de la mañana es una experiencia diferente y típica que podemos hacer en el viaje a Bulgaria. Por otro lado nos permitirá disfrutar de la perspectiva de los diferentes pisos para hacer fotografías, algo que solo pueden hacer aquellos que se alojan.
Además de las celdas del monasterio, en las cercanías hay otros hoteles como el Rilets Resort & Spa, el Hotel Pri Mecho o el Hotel Centaur.
Dónde Comer en Rila
En la parte posterior del monasterio, saliendo del claustro por la puerta Samokov, o siguiendo la carretera, está la panadería del monasterio. Allí se pueden comprar panes y bollos caseros, llamados «mekitsi».
En cuanto a la gastronomía de la zona, podemos optar por la trucha en los restaurantes de los alrededores, siendo uno de los mejores Han Dyavolski Vodi, entre el pueblo de Rila y el monasterio, pasando la población de Pastra.
Por cierto, justo en una de las salidas del monasterio hay una panadería donde venden una especie de torta llamada mekitsi (grasienta pero deliciosa) que está para chuparse los dedos. A mí me recordó mucho al sabor de las porras. No tiene pérdida porque suele haber gente haciendo cola.
Cómo llegar al monasterio de Rila
La población de Rila y el monasterio que se halla unos kilómetros más arriba, ascendiendo a las montañas, se encuentra a unos 120 km de Sofía.
En coche simplemente hay que seguir la carretera E79 que cuenta con varios carriles, para luego desviarse hacia el monasterio. Este último tramo es solo de un carril y de subida. En invierno mejor consultar si hay nieve y es transitable.
Para llegar en transporte público podemos optar por el autobús Rila Shuttle ( sale cada día a las 9:30 de la catedral Alexander Nevski, en el centro de Sofía y permite estar tres horas en el monasterio. Requiere reserva previa, pero no pago) o por excursiones organizadas en español que además del transporte nos incluyen guía ya veces un tour combinado a la iglesia de Boyana.
El aparcamiento del monasterio es de pago, mientras que no acceder al interior no tiene coste salvo que queramos visitar el museo o las reliquias. Si no hay plazas podemos dejar atrás el monasterio y dejar el coche en la carretera como el resto de visitantes.
Información de visita al monasterio
En la página oficial del Santo Monasterio de Rila encontrarás más información, pero solo en inglés, búlgaro, ruso y francés.
Normas de visita
Durante su visita y estancia en el territorio del Monasterio de Rila, con el fin de mantener el orden eclesiástico establecido no esta permitido:
– fumar en el Conjunto del Monasterio.
– ingresar al Complejo con indumentaria faldas cortas, o pantalón corto estilo shorts.
– tomar fotografías y videos en el interior la iglesia y en el museo del Monasterio.
– subir escaleras en los pisos de los edificios residenciales.
– hacer ruido.
– entrar con mascotas.
– ingresar con gorro o sombrero al interior de la iglesia.
– acceder a la iglesia con cochecitos de bebé, mochilas y otro tipo de equipaje voluminoso;
– no se permite tocar los iconos, salvo los que deseen besarlos.
– las velas encendidas no se sostienen en las manos, sino que se colocan en los lugares apropiados como el candelabro bajo para los difuntos y el candelabro alto para los vivos.
– no se acepta sentarse en la iglesia con las piernas cruzadas, llevar las manos en los bolsillos.
– usar dispositivos móviles en el monasterio a menos que sea para sacar fotos (siempre en el exterior de la iglesia, no el el interior).
Horario
El horario del monasterio es cada día de 7:00 a 20:00 h.. Mientras que el museo Etnográfico de Rila de puede visitar en verano desde las 8,30 hasta las 19,30 horas, y en invierno, de octubre a mayo, de 8,30 a 16,30 horas.
Precio visita Monasterio de Rila
Como hemos anotado el acceso al monasterio es gratuito, si bien el aparcamiento, el museo y la torre tienen un coste.
Consejos y recomendaciones
Los amantes de las fotos agradecerán un objetivo Gran Angular para fotos en las que no entre bien todo el cuerpo de la iglesia.